sábado, 30 de octubre de 2010

La materia de los sueños

¿Te gusta soñar? Los sueños nos dejan vivir aquello que tanto deseamos, los sueños nos dan esperanza, nos hacen más fuertes….
Tener un sueño y luchar por él. Los sueños se pueden alcanzar… no importa si son grandes o pequeños.


No hay tiempo, hay que cumplir los sueños. Y la pregunta del millón es ¿Qué hacemos con nuestros sueños?
Nos olvidamos, ignoramos nuestros sueños, como si lo que soñáramos lo soñara otro.
Algunos sueños nos dan miedo ¿por qué? Porque son deseos que vienen de un lugar muy profundo, desconocido, casi oculto para nosotros. Y sin embargo esos sueños hablan de nosotros más que nosotros mismos. Nada define mejor a una persona que aquello con lo que sueña.
Esos sueños no tienen fecha de vencimiento, uno sueña sueña sueña hasta que ese sueño se hace realidad. Pero ¿Qué es sueño? ¿Qué es realidad? ¿Por qué llamamos sueños a nuestros deseos? ¿Por qué? Porque en los sueños todo es posible.
Cuesta entenderlo, uno en los sueños puede hacer lo que desea…

Hoy estas vivo, mañana no sé, y pasado que se yo… Hay que encontrarle la vuelta, siempre hay una manera, estamos hechos de la misma tela que los sueños. Podemos hacer de nuestra realidad lo que soñamos. La realidad y los sueños son la misma cosa ¿entendés?
Podemos cambiar, hacer y ser lo que queramos. Y entender esto es tener medio partido ganado.

Sueños de amor, sueños de gloria, pequeños y grandes sueños, todo se puede alcanzar, solo se trata de encontrarle la vuelta y recordar que la vida es un rato que tenemos para jugar, un rato para cumplir nuestros sueños, un rato antes de que se termine el juego.

INTERVENCIÓN CREATIVA

Siempre existe un camino mejor. Podemos estar del otro lado, podemos elegir el camino de la “no violencia”. Siempre podemos encontrar ese “otro camino”, sólo es cuestión de imaginarnos cuál puede ser…
Dicen que las segundas partes nunca son buenas…pero siempre existe la excepción a la regla…


Cuando alguien está hecho un estúpido hay que intervenir... ¿pero es así? ¿Uno tiene el derecho o la obligación de intervenir cuando considera que algo está mal?
Intervenir o dejar hacer, dos opciones diferentes con consecuencias diferentes. Si no intervenís tenés que aceptar que todo sigue igual. Pero si decidís intervenir tenés que aceptar las consecuencias.

Si pero no.
Debería hacer algo, sí, pero no me animo.
Debería cambiar algo, sí, pero no puedo.
Pero llega un momento en el que uno entiende que hay que intervenir.

Intervenir para romper con la inercia, intervenir para que algo cambie. Intervenir para perder el miedo.
Intervenir es decidir, es poner un dique y desviar un río. Es cambiar el curso de las cosas.
Intervenir es un antes y un después, una vez que lo hiciste no sos el de antes. Porque tu intervención por pequeña que sea, puede mover montañas.
Intervenir para salir del punto muerto, tirarse de cabeza, nadar en nuevas aguas, desconocidas, menos seguras, pero distintas.
Porque para que ocurra algo diferente hay que hacer algo diferente.
No da lo mismo hablar que callar. No da lo mismo decidirse que dudar. No da lo mismo actuar que acatar. No da lo mismo rebelarse que bajar la cabeza.
No da lo mismo jugarse que vivir con miedo. No da lo mismo unirse que estar aislados. No da lo mismo meterse que no meterse.
No da lo mismo luchar que dejarse vencer. No da lo mismo intervenir que dejar hacer.

SUEÑOS COMPARTIDOS...

El sujeto dividido. Es un dibujo del principito, Saint-Exupéry manejaba lo que se llama “Pensamiento Lateral”. Nos parece que es un sombrero, pero en realidad es una boa que se comió un elefante. Así es la estructura psíquica humana, nos parece una cosa pero en realidad esconde otra mucho más profunda. De eso se trata el psicoanálisis, es la psicología de lo profundo.
Entonces el sujeto está dividido en dos partes, por un lado la consciencia y por otro lado lo inconsciente, pero lo inconsciente resulta un misterio para la consciencia, salvo en determinadas ocasiones como por ejemplo en los sueños, los sueños comunican algo de lo inconsciente a la consciencia.

Un mundo de vibraciones

El mundo está lleno de vibraciones, de sensaciones, de misterios...
La energía de las cosas funciona como un sistema de vibraciones, incluso con los sentimientos como el amor o la mala onda....

Todos sabemos que todo está formado por energía. Por ejemplo: un vaso. Nosotros lo vemos sólido, en realidad no es sólido porque nada está en reposo, en realidad el vaso está formado por trillones y trillones de electrones girando alrededor de su propio núcleo. Lo que quiere decir es que esto no es sólido, está formado por un montón de partecitas de átomos que se mueven constantemente.

No hay nada sólido. Todo lo que nos rodea, incluso nosotros, somos energía, energía que vibra permanentemente de distintas formas.
Dicen que los ciegos pueden llegar a percibir los distintos colores a través del tacto, y esto es porque cada color tiene una vibración diferente, y por ende tiene una temperatura diferente. Todo se trata de vibraciones y de cómo estas vibraciones nos afectan a nosotros.
Los estados emocionales por ejemplo también son vibraciones, el amor por ejemplo. Todos sabemos que el amor es una vibración muy profunda.
Cuando decimos “esa tiene buena onda” en realidad estamos haciendo referencia a como vibra su energía. Buena onda, mala onda son vibraciones. Todos nos damos cuenta cuando alguien tiene mala onda. Todas son vibraciones, el dolor, la angustia, el sufrimiento, la tristeza… no necesitamos ver a alguien para ver cómo está.
Las emociones son la forma en que vibra nuestra energía, por eso la depresión puede llegar a enfermar un cuerpo, y todo lo contrario la felicidad lo vuelve a uno más lindo, más joven.

¿Y cómo sacamos esa energía? El tema no es sacarla, el tema es no dejarse afectar. Estamos atravesados por distintas energías. Tenemos que ser fuertes y no dejarnos afectar, porque vivimos en un mundo de vibraciones y no todas son buenas.

PINTURA ROJA

El color rojo siempre se ve, resalta, se hace notar y es difícil de ocultar...
El color rojo es el color del amor....pero también del sufrimiento...


Cuando viste y escuchaste el horror no sos el mismo, la sangre te hierve. Una vez que conoces el horror todo cambia, aunque te quieras olvidar.
Cuando escuchaste algo se queda incrustado en el cerebro, y vos podés taparte los oídos pero el sonido sigue ahí, los gritos siguen ahí, no se calla.

Sangre... ¿por que vivimos en un mundo horrible que está lleno de sangre?
Aunque mires para otro lado, aunque te limpies, esa pintura roja se va a quedar ahí, recordándote eso que vos no querés recordar.
Por algo lo rojo se usa para pintar lo prohibido, lo peligroso, porque el rojo llama la atención, el rojo aunque no quieras verlo lo ves. Lo loco que cuando vemos algo rojo en vez de alejarnos nos acercamos ¿y sabés por qué? Porque una vez que vimos ese rojo no podemos hacernos los distraídos y mirar para otro lado.

Multiple choice

Qué difícil es elegir!
Sin darnos cuenta, cada paso que damos nos significa tomar una decisión. Elegimos si vamos a hacer esto o aquello, si realmente lo vamos a hacer hoy o mañana, de qué manera lo vamos a hacer...y por decidir rápido, no nos damos cuenta que existen muchas opciones...sobre todo a la hora de besar o no besar a alguien.

Estar con alguien es una elección, es algo que elegimos para creer que estamos bien, para sentir que estamos en compañía, compartiendo momentos y cosas con la persona que queremos.. Es facil no tener qe elegir, y hacer de nuestras vidas una rutina, ir siempre por el mismo camino, nunca pegar un volantazo, nunca permitir una sorpresa. Pero eso no es vivir, es el pánico que nos da tener que elegir..
Siempre que tenemos opciones, hay que elegir y arresgarse a jugarsela por una sola opcion, siempre que elegimos, vamos a perder algo. El terror al abandono, a sufrir y arrepentirnos de nuestra eleccion puede ser nuestro peor enemigo, por eso no hay que tenerle miedo a las opciones.
Aunque el miedo no es no saber lo que queremos, sino no estar seguros, porque sino dudamos, no probamos y no buscamos nunca vamos a saber lo que queremos.. El mundo esta lleno de posibilidades, y no por una eleccion hay que perder las demas, pero si elegimos todo no elegimos nada.
Cuando somos estructurados, rigidos y no nos corremos del camino, pensamos que no somos libres.. Pero cuando pensamos que en verdad lo somos, estamos presos de nuestra propia indesicion. Algunos no eligen por miedo a perder algo; otros por miedo a perder todo y terminan sin elegir nada.. Nadie sabe que es peor!.
Cuando uno no elige, la vida elige por uno y eso no es ser libre, ser libre es animarse a elegir un lugar donde quedarse, una opción, jugarse por una relacion y no temerle ni al compromiso, ni a lo que pueda pasar despues. Uno se siente libre, pero es un engaño, si uno no elige nada, no tiene nada. Hay muchas razones para decir no, y muchas razones para decir si, pero no podemos permitirnos no elegir, ya que el elegir es darnos oportunidades a probar y a obtener cambios.

jueves, 28 de octubre de 2010

G E M I N I A N O S .

En la gran ciudad hay millones de personas que viven, trabajan y buscan la felicidad. Hay menos matrimonios y gran parte de esto fracasa en los primero cinco años. Hay menos parejas y más personas viviendo solas.
Sin embargo las encuestas coinciden: el máximo anhelo de la mayoría es encontrar el amor.

¿Por qué entonces si lo que más desea una chica es ser amada a veces logra todo lo contrario?
¿Es posible que lo que impide encontrar el amor sea justamente nuestra búsqueda desesperada?
¿Será posible que al estar tan ocupados en buscar perdimos la capacidad de encontrar?
¿Será que buscamos algo que no existe? ¿Será que vivimos el amor bajo la premisa histérica de deseo tanto y no soy deseado?

Todos somos geminianos, sujetos divididos. Queremos una cosa y somos lo opuesto. Quien sabe, es la naturaleza humana.
Todos somos sujetos a nuestro inconsciente... ¿Sera que vivimos el amor bajo la primisa histerica de "deseo en tanto no soy deseado"?
El más contenido tiene su cara desatada, y el más bueno su cara bestial. Esa dualidad nos da volumen, no somos plano de una sola cara.
Una de esas fuerzas ocultas va a ganar en algún momento, y cuando pase eso se va a definir quiénes somos de verdad.
A veces en el acto de odiar amamos, y en el de rechazar deseamos, porque aunque no lo soportemos somos contradictorios. La contradicción nos mantiene vivos, nos hace avanzar.
Está bien esa envidia y ese amor que sentimos, porque esa envidia nos va a hacer crecer y ese amor va a estar por siempre, y eso es lo que importa ¿o no?
Una parte nuestra dice “si” y la otra “no”, y en esa contradicción está la vida.

domingo, 24 de octubre de 2010

ADIVINANZAS

A veces el conocimiento viene en forma de misterio, un misterio que hay que resolver, y un misterio a resolver es una adivinanza a descifrar. El conocimiento muchas veces viene en forma de idas y vueltas, en forma de sorpresas.

Una adivinanza nos muestra algo que tenemos frente a nuestros ojos pero que no vemos, solo hay que poder mirar distinto. Si miramos siempre con los mismos ojos siempre vemos el mismo camino, caemos en un callejón sin salida, y eso nos entristece, nos opaca, nos mata. En cambio cuando uno resuelve las adivinanzas se siente vivo por que le encontró la vuelta al rulo.
A veces la respuesta es tan clara que no hace falta decirla. Resolver la adivinanza es el fin del misterio, es poner un poco de luz en la oscuridad.
Una adivinanza es como cuando un nene empieza a descubrir el mundo que para él es un misterio.
No hay que tenerle miedo a los misterios, porque siempre estarán las adivinanzas que nos permitirán resolverlos y así poder llegar a esas verdades que necesitamos.

Perro que ladra...

HISTORIA DEL PERRO:
Cuando tenia 7 años le saque dos cachorritos a un perra. Fue un travesura, pero los cachorritos se me cayeron y murieron. Cuando la perra volvio, se desespero buscando a sus cachorritos. Su ladrido era un grito terrible. La travesura dejo de ser divertida, la desesperacion de la perra me empezo a angustiar. Nunca me pude sacar ese grito de la cabeza. Soñaba con la perra ladrando y ladrando.
Nunca pude olvidarme de esa perra, ni de ese ladrido desesperado. Nunca pude sacarme de la cabeza la angustia por no poder reparar lo que hice.
Hice cosas terribles en mi vida, cosas de las que me arrepiento, cosas que nunca termine de reparar, pero el ladrido de esa perra me persigue, me atormenta.


La culpa va trabajando de a poco. Al principio apenas te incomoda, es como una piedra en el zapato, pero despues no te deja caminar.
La culpa es como un perro que ladra: no muerde, pero esta todo el tiempo presente; es imposible dejar de escucharla.
La culpa te cierra la boca y el corazón. Te enceguece, te encierra, te mata en vida.

El arrepentimiento siempre llega tarde, pero nunca es tarde para arreglar eso que hiciste mal.
Reparar no vuelve el tiempo atras, pero te permite mirar hacia adelante.

EL HOMBRE INVISIBLE

una presencia que se siente pero no se ve.

Cuando ven que no necesitas nada, que podes con todo, dejan de verte. Sos una sombra, una brisa que pasa.
Estas pensando todo el día: "todos ven lo que doy, pero no lo que necesito".

Todos ven tus señales, tus destellos, tu brillo, pero pocos ven cuando te apagas.
La estrella brilla tanto que nadie ve la fragilidad.
Hasta el hombre invisible necesita esa mirada especial que lo haga especial.

AMOR ETERNO

Cuando entiendas que no hay tiempo te vas a dar cuenta que pasado, presente y futuro es todo lo mismo.

A veces la solución a nuestros problemas está en el futuro. La esperanza, los sueños, los deseos, son soluciones en el futuro a nuestros problemas de hoy. Y otras veces, la solución está en el presente. Pero las ataduras del pasado o los temores del futuro son cadenas que nos tienen apresados.
El tiempo es relativo. Podemos estar en el mismo momento pero en tiempos distintos. O podemos estar en distintos tiempos en el mismo momento. Pero las cosas verdaderas no tienen tiempo, como el amor. Cuando es verdadero, es eterno.

sábado, 23 de octubre de 2010

CON LOS OJOS ENCIMA

A veces el problema no somos nosotros. El problema es cómo nos ven.
Tratamos, queremos e intentamos que nos vean de otra manera, pero no podemos.

Una cosa es que te vean hermosa, y otra que te sientan hermosa, que te amen de verdad.
La gente ve lo que quiere ver, y no le interesa si es real o no. Se quedan con su mirada, con su prejuicio. Como te ven te tratan. La mirada de los otros puede ser muy cruel a veces, y muy ciega.
La mirada de los demás es todo, y los otros no te ven a vos, ven lo que piensan de vos.
La mirada de los otros tiene sonido, voces, susurros. No se puede escapar a lo que ven de nosotros.

Todo se trata de cómo nos ven y como vemos a los demás. Quedamos atrapados en esa mirada, inmóviles, fijados en lo que creemos que vemos, confiando más en nuestro prejuicio que en nuestros ojos.

Dicen que la primera impresión es la que cuenta, pero también que lo esencial es invisible a los ojos.

¿Cuándo me van a sacar esos ojos de encima y van a ver lo que realmente soy?

COSTUMBRES

El hombre es un animal de costumbre, dicen. Nos gusta la costumbre, cualquier cosa que nos saque de eso nos desconcierta.

Todo es cuestión de costumbre. Nos acostumbramos incluso a lo que nos hace mal. Mejor malo conocido que bueno por conocer, ¿no?
Pero luego, a lo que no estamos acostumbrados, nos desconcierta, nos inquieta. ¿Para que vamos a cambiar si así estamos bien?

¿Como haces de un día para el otro, para vivir sin eso que era la razón de tu vida?

Nos da pánico la idea de despertar y sentir que todo cambió, que nada es como era.
Cuando te acostumbras a un amor, a una piel, a un olorcito, a una sonrisa. Perder todo eso es como quedarte sin aire.

Fiesta del terror

No hay peor trampa que la que arma uno mismo. Algunas personas sin darse cuenta van armando lentamente una trampa en la que luego quedan atrapados.
Aquello de lo que no se puede hablar genera encierro, te aísla. Cuando quedaste aislado y encerrado en tu propia trampa, ya es tarde. Como una araña, que lentamente va tejiendo su telaraña.
Poco a poco la araña teje su trampa mortal. La araña muy paciente, serena, espera agazapada que el insecto caiga en su red. Cuando el insecto queda atrapado en la red, indefenso, la araña le inyecta su veneno mortal.

Todas las personas tienen un campo energético que los rodea, algunos lo llaman aura, y supera en tamaño varias veces a la persona. Intercomunicados con el aura de todas las personas que los rodean se forma un campo más grande. Ese es el poder.
Como estamos todos interconectados, lo que le pasa a uno repercute en todos. No todos entienden que existe esa unión, pero es tan fuerte que supera cualquier cosa.
Sobre esa telaraña que se forma entre todos, uno es todos, y todos son uno.
No existe uno, no existen todos, somos la misma cosa todos y cada uno.
La trampa está activada, la telaraña está tejida. Todos alegremente van entrando, y sin darse cuenta irán quedando atrapados.
Atrapados, indefensos, a merced de mí veneno. Entregados, inmovilizados, viendo como me acerco con mis dientes.
Todos interconectados. Lo que le pasa a uno le pasa a todo. Y si uno sufre, sufren todos. Como ingenuos insectos todos van cayendo en mi red.

Bienvenidos a la fiesta del terror.

Usar el miedo o el terror para conseguir algo, es un acto de tremenda cobardía. Somos más valientes que eso cuando, tenemos la valentía de creer que cambiando nosotros podemos cambiar al mundo.
El terror opera en silencio muchas veces, a través de la manipulación, una de sus formas más perversas y efectivas.
Detrás del terror hay intereses, negocios, una sociedad asustada comprará cualquier mentira que les vendan. El terror nos aísla, nos hace actuar por impulso, a la defensiva.

viernes, 22 de octubre de 2010

Reaccionarios & Revolucionarios


Siempre me confundo con la palabra reaccionario. A mí me suena a alguien que reacciona, que se rebela a algo, pero significa exactamente lo contrario. Un reaccionario es alguien que quiere que nada cambie.
Ante un hecho injusto, doloroso, todos reaccionamos de diferente manera. Algunos reaccionan sin pensar. Otros reaccionan de una forma inesperada. El ser humano es impredecible; nunca se sabe para dónde puede disparar. Una reacción en una respuesta a la acción. Ante una situación hay tantas reacciones como personas, y una misma persona incluso puede reaccionar de distinta manera ante la misma situación. Hay reacciones que sorprenden.

Reaccionarios o revolucionarios... da lo mismo; lo importante es el cambio, que no se detiene.
Todo cambia, permanentemente. Podemos mantenernos sin reacción mucho tiempo, pero siempre llega el momento de la revolución. Cuando empezó la revolución, no se puede detener con nada. La revolución es una reacción, una reacción hacia algo injusto. Algunos se resisten al cambio, hasta que el cambio es irresistible y es imposible no reaccionar; no dejarse llevar por esa revolución que nos cambia la vida radicalmente.

Acción, reacción, así avanza el mundo, así cambia la vida.


El reaccionario, dicen, le teme a los cambios. El revolucionario quiere cambiar el orden de las cosas, del mundo que siente injusto. Yo creo que uno no puede convivir sin el otro. Para que la historia avance, alguien tiene que proponer el cambio, y alguien oponerse. De esa puja vital surge el cambio; los retrocesos, y los avances. El revolucionario de hoy es el reaccionario de mañana. Algunos apuestan al cambio; otros le temen tanto que intentan frenarlo, y si es posible, matarlo.

Que SÍ, que NO.

Todo el tiempo estamos entre el sí y el no. Elegir entre sí y no tal vez sea la decisión más difícil de tomar.

Hay veces en que la diferencia entre decir sí o decir no puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre.
El NO ya lo tengo, dice alguien para darse coraje, porque el no, es lo que nos rige. Decimos que no a todo, todo el tiempo. Otras veces decimos sí, sin medir las consecuencias, y ese sí cambia todo.

De una chica rapidita decimos que tiene el sí fácil. ¿Pero no se trata de eso la vida? ¿De decir sí, de avanzar, de vivir...? El sí nos compromete, y nos desnuda. El sí expone nuestros deseos, señala que algo nos falta.

Una vez más estamos ante esa decisión. Que todo siga siendo no, o animarse al sí y zambullirnos en la vida. Esa vida que vivimos deteniendo todo el tiempo con el no.

ANTES

¿Quien no quiere volver al pasado? antes las cosas estaban tan bien. O eso creíamos...

Las cosas que quería hacer, mis sueños, todo está en el pasado, acá, en el futuro, estoy perdido.

Todas las anécdotas, las historias buenas y malas están en el pasado. No puedo dejar de pensar en el pasado, todas las cosas que quería y no fueron. El pasado es un lugar conocido, es como volver a casa, el futuro está lleno de preguntas y dudas. El pasado te pega mal, pero uno siempre quiere volver, por algo será.

Pero no hay que vivir colgado del pasado, pero aún así soñamos con revivir algo del pasado y necesitamos sentir que nada cambio, y aunque el presente nos dice lo contrario, nuestro único consuelo es saber que el pasado está, es nuestro y nadie va a borrar nuestros recuerdos.

No hay que aferrarse al pasado, porque sino el pasado te come la cabeza, cuando vos queres que todo sea como antes la vida sigue por delante y cuando las ilusiones se van, entendemos que aunque uno quiera, el pasado no vuelve.
Tan lejos, tan cerca. El mundo tal como lo conocimos en nuestra niñez quedó muy lejos, a miles de kilómetros y años de distancia.


Cuando estuviste tan cerca de alguien que parecían uno, pensar en la separación es absurdo. Lo ves tan lejos...

Hay distancias imposibles de acercar. Dos personas están cerca cuando comparten sueños, proyectos, pero cuando sólo quedan recuerdos, es que están muy lejos.

Algunos aman sólo a la distancia y no pueden soportar la intimidad. ¿Será que el amor se encuentra en algún punto, entre lejos y cerca? Tiempo y distancia en el amor son lo mismo.
Una pareja está bien cuando aún estando a miles de kilómetros, siguen cerca, y una pareja está terminada cuando, aún estando al lado, se sienten a miles de kilómetros de distancia.
La distancia distorsiona, crea una ilusión. Pero de cerca se ve el detalle, lo real. A la distancia, hay recuerdos, y uno recuerda el eco feliz de lo que fue. De cerca se ven las imperfecciones.

Se puede aprender a estar cerca de alguien; se aprende a soportar el dolor de estar lejos. Pero es imposible estar, a la vez, tan cerca y tan lejos.

Nuestro peor enemigo.

¿Por qué nos lastimamos tanto?, ¿Por qué la persona que más debería quererte es, a veces, tu peor enemigo?

Todo el mundo lastima. Pero ¿por qué?, ¿Por qué será?. Lo demostremos o no, hay gestos, palabras y silencios que nos hieren profundamente. La gente es egoísta, piensan en sí mismos y lastiman a los demás. Pero duele más cuando el golpe viene de un ser querido.

¿Por qué nos lastimamos? Es como si el hecho de sufrir por alguien fuera la medida de cuánto lo amamos.
A veces algunas personas hasta se sienten bien viéndonos sufrir por ellas, eso las hace sentir... amadas... ¿Pero por qué? es como si la persona que más amás fuera tu peor enemigo. La persona que más debería cuidarte, amarte, mimarte... es la que más te lastima.

Pero en realidad, la persona que más debería amarnos somos nosotros mismos. Si el zapato aprieta, el zapato no tiene la culpa... El que tiene la culpa es la persona que lo compró. Hay que pensar lateralmente.
No es que nos guste sufrir, sino que a veces nos cuesta estar bien. Es mas fácil buscar el enemigo afuera, pero a veces el peor enemigo no está tan lejos; está mucho más cerca.

A veces, nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.

Ser ó estar.

Nunca entendí a los yanquis, para ellos, ser y estar se dice igual: to be.
¿Pero es lo mismo ser que estar?

¿Estar comprometido, es lo mismo que ser comprometido?
¿Estar consiente, es lo mismo que ser consiente?
¿Ser maldito, es lo mismo que estar maldito?
¿Es lo mismo ser engañado, que estar engañado?
¿Estar loco, es lo mismo que ser loco?
¿Estar despierto, es lo mismo que ser despierto?
¿Estar aburrido, es lo mismo que ser aburrido?

Ser o no ser, esa es la cuestión. Pero no, esa no es la cuestión, porque ser y estar no puede ser lo mismo. Sí, claro, se dice igual pero depende el contexto. Cómo esté utilizado quiere decir una cosa o la otra.
Estar seguro no es lo mismo que ser seguro.
Ser idiota no es lo mismo que estar idiota por alguien. Estar idiota uno se lo banca, pero ser idiota, no.
No es lo mismo estar resentido que ser resentido. Pero si estás resentido, ¿no será porque de alguna forma lo sos?
¿Es lo mismo ser inseguro, que estar inseguro? Estar inseguro es no tener certezas, pero ser inseguro es tener la certeza de que no valemos.
Estar impactados no es lo mismo que ser impactados, pero a veces ¡cuánto se parecen!

Uno quiere ser... quiere ser el amor de alguien, el sueño de alguien. Uno quiere ser alguien en la vida de esa persona que ama. Ese deseo de ser nos puede confundir. No dejarnos ver que no somos, sino que estamos transitoriamente en la vida de alguien.

(Casi ángeles 2009 - C. 016 - "Ser o estar")

martes, 5 de octubre de 2010

O T O Ñ O

En otoño se marchitan las flores, las horas de luz se acortan y vienen los dias fríos. El otoño llega sigiloso, casi sin avisar, despacha al verano y nos deprime a todos. El otoño es triste.

El otoño es el animo de nostalgia, ¿Y que es la nostalgia? El sufrimiento de reconocer algo que tuviste, ya no tenes, ni vas a tener; la nostalgia es un viaje al pasado, a la niñez, al recuerdo de una persona que ya no esta.
En otoño los colores empiezan a morir, la vida se ve detrás de una ventana. El viento, la lluvia, y la nostalgia no confirman que llegó el otoño. El otoño nos avisa que viene el invierno.

En otoño nos invade una angustia inexplicable, estamos como peluqueros sin cepillo, perdidos. El otoño llega y va invadiendonos poco a poco, refregandonos el alma y los sueños. El otoño nos encierra dentro de nuestra casa y dentro de nuestra alma. En otoño todo muere y falta tanto para que vuelva a renacer. El otoño es como el bucle, ni lacio ni rulo, es algo indefinido. Termino el calor pero no llego el frio.

El otoño huele a amenaza, es una brisa fria que presagia dolores. El año termina cuando empieza el otoño, es epoca de balance y lo primero que uno cuenta es el "debe". El otoño desconcierta, nos pone en aprietos. Por algo dicen que la primavera es el nacimiento, el verano la vida, el otoño la agonia y el invierno la muerte.
 
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