miércoles, 23 de diciembre de 2009

El sentido de la vida

C.21 - 2008
La vida es curiosa, durante años uno se pregunta ¿cuál es el sentido de este baile?, ¿para qué luchar?, ¿por qué la vida es una eterna pelea?.
Sí, la vida es curiosa y vueltera, llena de vericuetos, de giros absurdos, inexplicables. La vida tiene esas casualidades tan sospechosas, tanto que nos hacen pensar que todo tiene un para qué. Sí, un sentido. La vida cambia todo el tiempo. No nos deja acostumbrarnos a un golpe que enseguida viene otro atrás. Y uno se sorprende siempre y así sigue preguntándose por el sentido de todo. Preguntándose el sentido de estar presente en el momento y el lugar equivocados. El sentido de ser buenos y malos.
¿Habrá premios y castigos para unos y otros?. Uno pasa por la vida haciéndose esas preguntas y muchas otras más pero en el fondo todo se resume en una sola: ¿cuál es el sentido de la vida?
Y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida. Esperando ese algo que falta y que nos hará felices. Y tal vez la respuesta, sea que la vida no tiene sentido. Que la vida simplemente se vive. Y simplemente viviendo, podamos decir al final, que nuestra vida valió la pena.

La edad del pavo

C.18 - 2008 - En el nombre del padre.

A veces a los hombres les falta... un golpe de horno. Las nenas crecen antes que el nene, dicen. Y en parte es así. Los pibes están en la edad del pavo. La edad del pavo está para eso… para no tomarse las cosas tan a pecho. Pero hay tiempo para eso. Duele crecer, duele mucho pero hay que ponerle el pecho a las balas.
Este momento hermoso de la vida en el que estamos, es el puntapié inicial, y solo un empujón para que veamos quienes somos, quien vamos a ser. Son bautismos de fuego. Solo eso.
Disfruten esa etapa de la vida los que todavía pueden. En serio. Vivan la vida y dejen vivir.

El pasado

C.18 - 2008
No hay que aferrarse al pasado. El pasado te come la cabeza. Mientras vos queres que todo sea como antes, la vida sigue por delante. Y cuando las ilusiones se van, entendemos que aunque uno quiera el pasado no vuelve.

Amigos invisibles

C.16 - 2008
Somos ese aliado que los sostiene, que los mantiene en equilibrio sin que nunca jamás se den cuenta.
A veces es duro que nadie nos vea ni nos registre y uno siente que no es parte de eso. A veces no saben que nosotros estamos acá, cuidándolos en silencio pero alertas. Porque en definitiva eso es un amigo invisible, alguien que te cuida sin que lo notes. Un amigo invisible no anuncia su llegada, simplemente llega y tal ves uno no lo registre, pero una vez que entro no se va nunca más.

En el camino se van a sentir solos, van a tambalear pero van a encontrar la forma de hacer pie, de apoyarse en alguien.

Hasta el santo desconfía

C.13 - 2008
Hay mucha gente mala, pero la mayoría no es tan mala. Yo creo que la mejor opción es siempre no desconfiar, nunca. La desconfianza no sirve, genera intrigas y las intrigas dividen y debilitan.
La desconfianza te debilita y te aísla, vos terminas desconfiando de todos. Entonces el verdadero mal te lo haces a vos y no los otros. Los otros te dejan solo, y solo sos más débil, y ahí sí te pueden atacar porque sos vulnerable. La desconfianza nos recluye, nos hace perder nuevos afectos y nos deja a la deriva. A la deriva estás y si no confías, no te relacionas y ahí sí, solo sos muy frágil.
Nos podemos equivocar, confiando en la gente equivocada, pero la mayoría de las veces no es así, confiamos en los amigos.

Tus deseos son órdenes

C.11 - 2008


(...) Y así, Aladino aprendió que los deseos, por más inalcanzables o descabellados que parezcan, hay que animarse a intentarlos, arrojarse a la aventura de dar el primer paso. Y una vez que damos ese primer paso, y aunque la lucha resulte despareja, siempre hay que seguir adelante. No hay que rendirse, como Aladino, cuyo sueño de casarse con la princesa y ser príncipe era un sueño imposible, sin embargo, cuando la llevó a ver el mágico mundo en su alfombra mágica, supo que había hecho bien en dejarse guiar por sus deseos, porque los deseos muchas veces son buenos guías, nos muestran el lugar hacia donde partir. Como así también, a veces los deseos nos muestran el lugar al que hay que volver. Y como Aladino, cuando volvió al palacio, aprendió que a veces el secreto no es vivir deseando lo que no se tiene, sino querer lo que se tiene.

Una cosa hay que aprender: nuestros deseos no siempre van a cumplirse ya, aquí y ahora. Es parte de la vida aceptar que nuestros deseos no siempre son órdenes para un genio bueno, a veces otros deseos ajenos son los que ordenan nuestra vida, pero lo que nos enseña la historia de Aladino es que el genio que sí puede escucharnos siempre no está en ninguna lámpara maravillosa, sino dentro de nosotros mismos. Dentro nuestro hay un genio poderoso que puede cumplir nuestros sueños. Ese genio espera nuestras órdenes y quiere cumplir.

Secretos

C.07 - 2008 - Bajo 7 llaves.

Los secretos pueden ser una condena, o una elección, y elegir guardar un secreto es un derecho que nadie nos puede sacar, nadie. Todos tenemos secretos sanos, que a veces preferimos callar.

El elefantito rosa

C.07 - 2008
  • ¿Cómo se olvida? No recordando.
  • ¿Cómo se recuerda? A partir de los sentidos.
  • ¿Qué quiere decir esto? Una imagen, o un sonido, o un aroma, digamos, te despiertan un recuerdo.
  • ¿Lo que tenemos que hacer? Tenemos que anular los sentidos.
Por ejemplo... pensá en un elefante rosa… ahora olvidate del elefante. Ahora responde mi pregunta: ¿de qué te dije yo que te olvidaras?... ¿Ves?
Es imposible olvidarse de lo que uno sabe que ya se olvidó. La memoria no está en la cabeza.
¿No podemos olvidar un simple elefante nombrado y pretendemos borrar nuestras acciones pasadas?
Millones de recuerdos inolvidables son lo que nos hacen ser lo que somos... Las vivencias, las frustraciones, los sueños. Todo revuelto y listo para salir en la primera de cambio.
La memoria se podrá dormir, pero nunca se muere, está en el corazón.

Cenicienta | Queridos reyes magos | El rulo vuelve

C.04 - 2008
Cenicienta
Hubo una vez, una joven muy bella que no tenía padres, la criaba su madrastra. Que tenía dos hijas, a cual mas fea. Era ella quien hacia los trabajos mas duros de la casa. Y como sus vestidos estaban siempre manchados de ceniza, la llamaban cenicienta. Y mientras cenicienta fregaba y fregaba, su cruel madrastra y sus malvadas hermanastras iban a la fiesta del príncipe. Cenicienta lloro y lloro sabiendo que su sueño de ser una princesa nunca se concretaría. Lo que no sabía era que se equivocaba. Y así fue, que con ayuda de su hada madrina, Cenicienta partió feliz hacia la fiesta. En el palacio las doncellas se peleaban por bailar con el príncipe. Hasta que de pronto, el príncipe y todos los invitados, quedaron maravillados por la belleza de Cenicienta.
"Me consedeis esta za-pie?" Asi fue como Cenicienta, a pesar de sufrir tantas humillaciones, debió entender porque sus hermanastras se habían ensañado así con ella. Y a pesar de sentirse muchas veces sola, Cenicienta siempre podía contar con la ayuda de su hada madrina. Porque las hadas madrinas siempre ayudan a la gente de buen corazón. Y Cenicienta lo es. Por eso pudo perdonar a sus hermanastras; y en lugar de odiarlas les enseño el camino a la felicidad. Un camino al que se llega, si nunca pero nunca abandonamos nuestros sueños.

C.05 - 2008

Queridos reyes magos
Estimados Melchor, Gaspar, y Baltazar, mi papá me dice que tengo que escribirles y pedirles regalos porque soy chico, y no sé qué pedirles. Aunque pensándolo bien... sí, hay algunas cosas que quiero pedirles. Por eso, reyes, lo pensé mejor, y sí tengo algo que pedirles: quiero que paren los líos, basta de problemas, de malos, de tristeza, les pido que toda la gente que quiero esté bien y conmigo, que todos podamos ser felices de una vez. Entonces yo voy a ser un chico normal.

C.06 - 2008

El rulo vuelve
Las cosas que uno lleva adentro hay que decirlas, hay que sacar todo. Hay cosas que uno siente, pero que primero no se da cuenta, pero después con el tiempo… se sienten, y están, están latentes, están en uno y uno no puede dejar de sentirlas.
Digamos, a ver, en resumen, es como cuando uno se plancha el pelo, ¿viste? Que tiene rulos, y se plancha el pelo y se plancha el pelo, pero ¿qué pasa? Uno sale a la calle, si te agarra la humedad, ¿qué pasa? El rulo siempre vuelve, ¿por qué? Porque el rulo siempre está, por más que uno lo alise y lo alise, el rulo siempre está.
 
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