sábado, 25 de diciembre de 2010

Nuestra puesta de sol.

Con la puesta de sol se termina el día y todo lo que no hiciste ya no lo podrás hacer, y lo que hiciste ya no lo podrás cambiar.

Mi vida se convirtió en una gran puesta en escena.
Cuando dedicas tu vida a la simulación, la realidad se distorsiona. Ya no sabes si sos lo que sos, o si sos lo que actúas. Ya no sabes si tu vida es tu vida o sos una gran puesta en escena.

Es curioso… si le preguntas a una persona que haría si supiera que su vida se terminará en breve, la mayoría responden que correrían con el ser amado. Pero en mis años de estudio y practica descubrí que ante la noción del final en general lo que hacemos es pedir perdón. Es como si necesitáramos descargar la mochila, soltar eso que nos pesa tanto para poder irnos en paz. Va más allá de la culpa, son remordimientos que no se detienen hasta que comprendes que tu vida es lo que vos hiciste con ella.

Podemos vivir años acallando los remordimientos por lo que hicimos mal, pero cuando sentimos que llega la hora estos vienen a buscarnos como fantasmas del pasado.

Más que el olvido nos aterra que nos recuerden mal. Los remordimientos son el miedo de haber pasado por este mundo sin despertar un poco de amor en los demás. Los remordimientos tienen la nostalgia de una puesta de sol, se termina el día y todo lo que no hiciste ya no lo podrás hacer, y lo que hiciste no lo podrás cambiar.
Más terrible que el remordimiento por lo que hicimos mal es el remordimiento por lo que no hicimos, eso es imperdonable.

El remordimiento no es más que sabiduría que llega al final, es un intento de que no sea demasiado tarde. Y no se va a detener, el remordimiento no se va a detener hasta que comprendas.

La culpa no nos deja vivir en paz, pero los remordimientos no nos dejan morir en paz.

(CAP.80 - 3t - C.A)

VALENTIA & AMOR = SUPERHÉROE

Ser valiente no significa no tener miedo. Ser valiente significa avanzar a pesar de tener miedo.
El cobarde es el que no da ni un paso sin tener todo asegurado.
El superhéroe también tiene temor, miedo, pero es valiente y lucha. Lucha por el bien, por terminar con el mal, lucha por la justicia y por el amor….
Un superhéroe interviene en la lucha del bien contra el mal. Para eso, debe saber distinguir cual es el bien y cuál es el mal.
Reconocer el mal es vital para un superhéroe. No siempre el mal es reconocible, a veces, el superhéroe finge dejarse engañar por el mal para desenmascararlo. Cuando conoce la cara del mal, el superhéroe no esquiva la lucha. El superhéroe tiene que ser valiente, encontrar en el peligro la salida del peligro, pero por sobre todo, la lucha del superhéroe tiene que tener un sentido, y el sentido de cualquier lucha es el amor.
Todo lo que se necesita para ser un superhéroe es ser valiente, pero ¿Qué es ser valiente? ¿Ser valiente es no tener miedo? Ser valiente no es no tener miedo, sino, avanzar a pesar de tener miedo. Ser valiente no es ser desconfiado y precavido, sino confiar aun a riesgo de ser traicionado.
El cobarde es el que no da ni un paso sin garantías de que no corre riesgos. El valiente sabe que nunca hay garantías de nada. El cobarde solo apuesta cuando sabe que va a ganar. El valiente es el que apuesta aun sabiendo que puede perder, y lo único que a un superhéroe puede darle el valor para hacerse acto de arrojo es el amor.

El amor es una fuerza poderosa, te transforma, te libera y te abre puertas. El amor es una llave, nos da el valor de dejar de esperar que no halla miedos, porque miedo, temor, siempre habrá…
Ser valiente no es ser un temerario. Un temerario es un mercenario, no tiene miedo porque no le importa la vida, por eso, un superhéroe es valiente y teme, y mucho, a perder la vida propia o ajena. Teme perder la vida por que ama y ese amor le da valor, porque lo que cuesta sangre, sudor y lágrimas, vale.

Lo que nos salva y nos da valor es el amor. Lo único que se necesita para ser un superhéroe es el amor, el amor que permite vencer la cobardía y nos da el valor para dar pelea, aunque estemos en la boca del lobo…

DECISIONES

Cada decisión que tomamos condicionará nuestro futuro. Cada cosa que decidamos hoy influirá en nuestro futuro. Por eso nos cuesta tanto tomar decisiones, porque cada decisión que tomemos cambiará todo….Por eso no nos gusta elegir y rogamos para que otros elijan por nosotros…
Leí mil veces el principito (Libro de saint exupery). Me gusta encontrarle un nuevo significado cada vez que o leo, por ejemplo, el de los Baobabs, para mí, habla de las decisiones. Decidir qué cosas dejar crecer y cuales cortar de raíz, son decisiones que te quitan el sueño…
Cuando crece un brote, hay que saber darse cuenta si es de Baobabs o es de otra cosa. Tal vez decidís cortarlo de raíz por las dudas de que sea un Baobabs, y por miedo, te perdes un rosal que te haría feliz o lo dejas crecer convenciéndote que es si o si un rosal, y cuando realmente te das cuenta de que era un Baobabs que va a destruir tu mundo ya es tarde…
A veces, un Baobabs tiene cara de rosal y lo dejas crecer, y cuando te das cuenta de que era un Baobabs, ya te aplasto. Es muy difícil decidir si es un brote de un rosal o de un Baobabs, pero hay que hacerlo, porque los Baobabs son muy peligrosos.


“…La vida son como dos películas que pasan al mismo tiempo. Una, muestra el presente y la otra, muestra el futuro. Lo que vos decidís en el presente, si o si, te cambia el futuro…”
El miedo y la culpa te llevan a cortar todo de raíz, sean Baobabs, rosales, sueños, pesadillas… queremos evitar que los Baobabs crezcan y hagan destrozos, pero ¿es posible, o esos destrozos serán parte de la vida, parte del aprendizaje, parte de este viaje?...

Decidís algo y tu futuro va a ser de una manera. Decís otra cosa y tu futuro cambia. No decidís nada, y te quedas vacío. Por eso cuesta tanto decidir, porque lo que decidís, es tu futuro…
Cada decisión cambia todo. No nos gusta elegir, rogamos, suplicamos, deseamos que otros decidan por nosotros. A veces no sabes que estas tomando la decisión equivocada y eso te llevar directo a la ruina, pero siempre, se trata de tomar decisiones…

nadie es perfecto

Todos sufrimos porque no somos perfectos. Y en vez de ver nuestras cosas buenas, nos detenemos en los defectos, las fallas…
Todos vemos lo que no tenemos, en vez de destacar lo que sí tenemos…¿y si en lugar de ver lo mal, vemos lo bueno? Porque nadie es perfecto….

“Así es la vida” digo siempre. “Si no pasa nada es que pasa algo” digo otras veces.
“Ustedes van a cobrar” digo bastante. Pero la frase que más me gusta decir es “nadie es perfecto”, lo digo todo el tiempo, pero nadie me escucha de verdad.
Todos sufren porque no son perfectos. Todos ven lo que falta. Todos ven el defecto, las fallas. Todos ven lo que no tienen ¿pero si dejaran de querer ser perfectos? ¿Y si en lugar de ver lo que falta vieran lo que hay? ¿Y si en lugar de ver lo malo vieran lo bueno? ¿Y si en lugar de ver lo que no tienen vieran lo que tienen?
Y bueno, nadie es perfecto, así es la vida.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Amor pirata

amores secretos, amores clandestinos, prohibidos, amores en silencio, furtivos, pasionales, amores tormentosos, amores piratas…
Encuentros clandestinos, secreto cómplice, un secreto que nos deja ser libres porque nos permite escaparnos de la mirada del otro…
Con un amor secreto nos sentimos libres, somos libres, como los piratas…
El amor pirata no conoce los miedos, no conoce los límites. Pero el amor pirata deja de serlo cuando se vuelve real…


Un amor clandestino es un escape constante, es incomodidad, adrenalina, tensión. Es ojos que no ven pero corazón que presiente, es un momento privado, inconfesable.

¿Quién no tuvo un amor secreto, clandestino?¿A quién no lo enciende un amor pirata?
Mi amor es un amor pirata, así como un parasito que se alimenta de chocolates y de llanto y de soledad pero sin besos ni palabras ni nada.
Cuando amamos, el corazón del otro es un tesoro, y cual piratas queremos arrebatar ese tesoro sin importar si tiene dueño o no.

Nos atrae el amor clandestino, secreto, porque el amor cómplice se hace más fuerte, más nuestro y solo nuestro. La complicidad es un guiño, una aventura, y al amor le encanta la aventura.
En el secreto cómplice hay libertad, porque escapamos de la mirada de los demás y nos permitimos ser libres, rebeldes, aventureros como los piratas. El amor secreto es mágico, cuando deja de ser secreto se vuelve real, y el amor real es un poco más complicado.
El amor pirata no conoce el miedo, aborda, conquista, arrebata y roba. Y a veces paga las consecuencias.
Un amor pirata es un amor que no puede ser y es por eso que nos atrae tanto.

jueves, 23 de diciembre de 2010

ULTIMO ROUND

La única forma de aprender a pelear, es peleando..
Lo que nos mantiene vivos no es ganar, sino pelear, luchar y luchar por conseguir aquello que queremos, que deseamos, sin rendirnos… Porque rendirse es mirar desde afuera…
Tengamos presente que la pelea perdida es la que no se peleó.

Un padre es mucho más importante de lo que uno piensa, porque las palabras de un padre, su mirada, viven en nosotros.
Es como que los padres te dan una caja de herramientas, si vos tenés un problema metes mano en esa caja y sacas la herramienta que necesitas para arreglarlo. Pero cuando el padre faltó o falló tenés un problema, metes la mano en la caja y no hay nada, estás perdido. Sin esas herramientas es como que estás desnudo, sin armas para enfrentar la vida.
Porque un padre nos da eso, nos da armas para pararnos, para pelear por un lugar. Y cuando dejas de pelearla te morís, te caes, te vas.

Lo que te mantiene vivo no es ganar sino pelear. La pelea perdida es la que no se peleó. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
No está muerto quien pelea.
Tal vez te cruzaron un cross de derecha, te hicieron besar la lona, sangrar, llorar, pero hay que seguir peleándola hasta el final.
La única forma de aprender a pelear es peleando, es no rendirse jamás. Rendirse es mirar la pelea desde afuera, ver como otro pelea esa pelea que es nuestra.
Pelearla hasta el final, hasta el último round.
El ring nunca se abandona, nunca se tira la toalla, y se pelea con garra hasta el último round.

¿Donde estás?

A veces los errores hacen que nos perdamos. Cuando ya te equivocaste, a veces no hay vuelta atrás, y un error nos lleva a otro error. Y queremos volver el tiempo atrás, pero ya es tarde…
Y ahí empezamos a cometer error tras error, sin pensar en que las equivocaciones del presente son las tragedias del futuro…

Es apenas un instante, un momento, un segundo en el que uno equivoca el camino. A partir de ahí cada paso que damos nos aleja cada vez mas de nosotros mismos.
No tenemos conciencia de los errores que cometemos, apenas una sensación, una pequeña voz interior que nos dice “algo está mal”. Y aunque esa vocecita está ahí seguimos adelante, ignorándola, equivocándonos, casi a conciencia.
Lo ves venir. Sabes que eso que estás por hacer va a cambiar todo, y así todo lo haces. Ya te extraviaste, ya te vaciaste, ya te equivocaste, ya te fuiste, ya te perdiste, ya te traicionaste. Y ahí te mirás al espejo y ya no te reconoces, hay otro que te mira, te pregunta “¿Dónde fuiste? ¿Dónde estás?” .

Un error lleva a otro error. Es tan fácil equivocar el camino y tan difícil volver de eso... Es un impulso, un momento irracional, y ya no hay vuelta atrás. Incluso cuando tenemos buenas intenciones un error puede cambiar todo, romper todo. Ya estás perdido, errado, extraviado, si no tenés rumbo ¿A dónde podrás ir?

Hay alertas, hay advertencias, pero no las escuchamos y vamos directo al error.
Errar es hacer algo pensando solo en nosotros y nada en los demás. ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos equivocamos tanto? ¿Por qué fuimos tan débiles?

Cuando cometiste error tras error no podés ni siquiera quejarte, ni ese derecho tenés.
Corrés, te desesperás, pero cuando tomaste el desvío el camino de regreso es más largo. Porque en tu desvío causaste dolor, heridas que tardan mucho en sanar. El dolor se transforma en resentimiento, en tristeza vieja, inolvidable.

Ya no soy el que era, ya no sos el que eras ¿Dónde estás? ¿Dónde estamos?

Querés volver el tiempo atrás, querés volver a ser quien eras, pero ya es tarde.
Los errores del presente son las tragedias del futuro. Corrés pero ya es tarde, y mientras corrés tu alma llora, porque sabes que tendrías que haber escuchado esa vocecita, ese murmullo en tu corazón que te decía que estabas equivocando el camino.
Corrés y corrés pero ya es tarde, solo podés mirarte al espejo y preguntarte ¿Dónde estás?



Todos cometemos errores…
De los errores se aprende, pero hay errores que no podemos cometer.
Tenemos que estar atentos para no cometer determinados errores, y estar atentos a reaccionar. Reaccionar frente a las alarmas que se disparan, esa voz interior que nos dice “no lo hagas”…Esa voz que te marca el camino, que te dice “Dónde estás? Qué estás haciendo?”…

Fuimos débiles, erramos el camino, nos traicionaos, nos distanciamos, perdimos los códigos, los valores, la amistad, el amor, y ahí nos volvimos vulnerables.
De los errores se aprende, pero hay errores que no se pueden cometer, hay errores trágicos, irremediables.
Nosotros no supimos ni sabemos aprender de nuestros errores, por eso pasa esto.
Todos cometemos errores, todos nos equivocamos, pero también todos tenemos alarmas, una voz en lo más profundo de nuestra alma que nos dice “te estás equivocando, no lo hagas”, el error es no escuchar esa voz, es no reaccionar ante esa alarma.
Y aunque te pierdas, aunque equivoques el camino siempre va a estar esa voz, esa voz que en lo más profundo de tu alma te marca el camino y te dice “hey, donde estás?”.

domingo, 19 de diciembre de 2010

CHUBASCO

Solemos tenerle miedo a la felicidad….porque sabemos que llega y no justamente para quedarse mucho tiempo. La felicidad es fugaz, pasa como un chubasco…
La felicidad es un rayo, un chubasco que se va tan rápido como llegó. La felicidad es fugaz, no la vimos venir que ya se fue.
No tuviste tiempo de ni ilusionarte con la felicidad que pasa una ráfaga que te deja perplejo, mas vacío y desnudo que antes.
Por eso cuando llega, debemos aprovecharla al máximo, cuidarla, disfrutarla, aferrarnos a ella, agarrarla fuerte y tratar de no dejarla ir… porque la felicidad es esquiva, es reacia a quedarse mucho tiempo en un lugar.

Hay que aferrarse bien fuerte a la felicidad porque está hecha de aire, y rápidamente se nos puede escapar de las manos.

malos tratos

Maltratar a alguien, es maltratarnos a nosotros mismos…
¿Si yo maltrato a alguien, qué puedo esperar como respuesta de esa persona?
¿De qué sirve “maltratarnos” si en definitiva vamos a recibir lo mismo o aún peor?

Tenemos que tratarnos mejor, tratarnos bien, cuidar nuestros tratos, nuestras relaciones, tratarnos con respeto, con cariño….tenemos que tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros…

Esperar a que la vida nos trate bien porque somos buenas personas es como que un toro no te ataque porque sos vegetariano.
Las relaciones son como un trato ¿entendés? Hay buenos tratos y hay malos tratos. Cuando una persona quiere a alguien sin decirlo ya hay un trato. "Yo te voy a tratar bien porque vos me vas a tratar bien". Pero si yo maltrato a alguien ¿Qué puedo esperar a cambio?
Cuando una persona maltrata a los demás en realidad se está tratando mal a sí mismo, o sea se te vuelve en contra, la piña que vos das te lastima a vos.
Es un problema ético, tratar a los demás como queremos que nos traten. Si yo maltrato recibo maltrato.
Pero cuando tratamos bien a los demás y nos vuelve maltrato pensamos “¿que hice yo para que me traten así?”. Y la respuesta es “nada”, no hicimos nada. Simplemente nos topamos con alguien que tratándonos mal en realidad se maltrata a sí mismo. La solución no es más maltrato.
Si un trato se vuelve malo, bueno, hay que hacer otro. Hay que hacer tratos nuevos, negociar ¿entendés?
Hay que buscarle la vuelta, porque los buenos tratos son la única manera de quererse bien.

jueves, 16 de diciembre de 2010

PERDÓN, en todos los idiomas.

¿Podemos acostumbrarnos a pedir perdón?
¿Pierde valor nuestro “perdón” cuando lo decimos muchas veces y muy seguido?
Un “perdón” a veces no puede reparar lo que hicimos mal, porque con un simple “perdón” no se puede borrar el dolor…
Cuando nos equivocamos y nos damos cuenta que hemos lastimado a alguien, no nos alcanzan los idiomas para pedir perdón. No sabemos cómo hacer para conseguir el perdón de esa persona…
Tenemos que pensar bien antes de hacer las cosas…tenemos que hacernos responsables de lo que hacemos para no tener que llegar al límite de pedir perdón, en todos los idiomas…



No entiendo la gente que pide perdón.
La gente actúa con total liviandad, total haga la barbaridad que haga después te pide perdón y listo.
Puedo ser un bicho raro, pero para mí ‘nos vemos’ es ‘nos vemos’, ‘ te llamo’ es ‘te llamo’, ‘te quiero’ es ‘te quiero’. Si yo digo que voy a estar ahí vos sabes que voy a estar ahí. Ahora cuando alguien me dice a mí que va a estar ahí lo dudo, porque se perdió el valor de la palabra. Te pueden fallar total después vienen, te piden perdón, y ya está, así de fácil.

Pedir perdón no debería tomarse con tanta liviandad. El castigo precede al crimen decía Dostoievsky, porque uno antes de cometer el crimen sabe el dolor que generará y asume la culpa. Esa culpa es el castigo ¿y uno pretende redimir esa culpa con un simple perdón?
Un perdón no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón antes hay que estar dispuesto a reparar. ¿De qué sirve pedir perdón cuando no hay manera de reparar lo que hiciste mal?
Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Cuando no nos perdonan nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos. Un simple perdón no puede borrar el dolor que se causó.
Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos provocamos.
Insuficiente y a destiempo. Recién cuando nos hacemos responsables de lo que hacemos, ahí se puede empezar a construir algo distinto.
Suplicando a los gritos, de rodillas, implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza, no repara, no alivia si no nos hacemos responsables de nuestras acciones.
Hay cosas imperdonables aunque se pida perdón en todos los idiomas.

martes, 14 de diciembre de 2010

puntos de vista

¿Existe una única verdad? ¿Las cosas son como son o como las vemos?

¿Qué importa verdaderamente? ¿Nuestra mirada, la mirada de los demás?

¿De qué depende? ¿De cómo estamos, de cómo nos sentimos, de cómo vemos las cosas?

¿Cuántos puntos de vista existen? ¿Uno por cada uno de nosotros?

No siempre las cosas son como creemos, ni como las vemos. A veces hay que cambiar la mirada, cambiar la dirección y cambiar nuestro punto de vista…


¿Existe una única manera de ver las cosas? ¿Existe la objetividad o siempre vemos todo subjetivamente?
¿Las cosas son como son o como las sentimos? ¿Será que todo lo vemos teñido por nuestra propia historia?
¿Existe una única verdad o todo depende del punto de vista?
Todo depende de cómo se mire.
Nuestra historia nos marca y vemos todo desde esas marcas... ¿Será que si nos faltó amor veremos falta de amor aún en el amor? ¿Si tuvimos una historia de abandonos siempre veremos eso, en cualquier caso?

¿Se pueden conciliar dos puntos de vista tan distintos? ¿Las palabras tienen un único significado o depende de cómo se escuchen?
Ver siempre lo que querés ver es una forma de ceguera. Si dos personas pueden tener una verdad diferente ¿entonces hay una sola verdad? Estamos presos de nuestra única manera de ver las cosas, nada es ni blanco ni negro, todo depende.
Es muy curioso, pero en la mayoría de las discusiones todos y nadie tienen razón. Atorrante, bueno, malo, traidor, confiable o mentiroso ¿se puede decir que alguien sea de una manera o de otra?
Si vemos las cosas siempre desde el cristal de nuestra historia, de nuestros traumas ¿se puede confiar en nuestros ojos? Cambiar el punto de vista, de eso se trata todo.

Un punto de vista es solo eso, una manera de ver las cosas. Ni la única, ni la mejor, ni la acertada.
Cuando no queremos ver la realidad preferimos ver lo que queremos ver. Defendemos con uñas y dientes un punto de vista falso. Un punto de vista que borra nuestros errores.
Estamos presos de un único punto de vista, vemos y leemos todo desde lo que nos marcó. Crecer es poder considerar las cosas desde otro punto de vista, nuevo, distinto.
La mirada que importa es la nuestra, lo que ven los demás es irrelevante, son apenas puntos de vista.
Desde nuestro punto de vista nunca podemos ver el todo, solo se ve una parte, por eso todo depende de según como se mire.

domingo, 12 de diciembre de 2010

invisíble.

¿Alguna vez, te sentiste invisible para los demás?

Ojos que no ven, corazón que no siente. ¿Será por eso que nadie siente nada por mí? Porque no me ven.
Ser invisible es casi como no existir, solo cuando alguien te ve te sentís vivo.

Lo esencial es invisible a los ojos, ¿será que yo soy tan esencial que soy totalmente invisible? Soy como un fantasma, una sombra que pasa pero nadie me puede ver.

Falla de seguridad

¿Te reís de vos mismo?
¿Te permitís ser quien realmente sos?
¿Te aceptás tal cual sos?
Reírnos de nosotros mismos, de nuestras miserias, de nuestros miedos, permitirnos ser quienes realmente somos y aceptar quienes somos, nos ayudan a liberar ese monstruo que tenemos adentro y que no nos deja disfrutar de las cosas….

Todos tenemos un monstruo o un fantasma adentro que no nos gusta, entonces creamos un sistema de seguridad para que no se note. Mantenemos el monstruo agarradito para que no salga ni se vea. Pero a veces el sistema de seguridad falla y el monstruo ingresa, y ahí quedamos expuestos.

A veces eso que tanto queremos ocultar queda a la vista y nos avergüenza. Nos sentimos desnudos, sentimos que todos ven lo que en verdad somos, y somos algo que odiamos.
Como si hubiera un Mr. Hyde en nosotros, como si el verdadero ‘yo’ fuera otro, y eso asusta. Nos asusta que falle el sistema de seguridad, que Mr. Hyde se desate y haga alguna locura.
Vivimos alertas, atentos, vigilando el monstruo. Y así creamos mecanismos, defensas, nos aislamos, todo para que ese supuesto monstruo no salga a la luz.
Cualquier cosa que nos saque del lugar seguro nos da miedo. Nos da miedo lo nuevo porque puede provocarnos cosas desconocidas. Odiamos a nuestro monstruo porque desea justamente las cosas que nos dan miedo. Queremos esconder a toda costa esa parte nuestra, esos deseos que nos inquietan.
Son deseos que supuestamente no tendríamos que tener y nos esforzamos por reprimir. Son deseos que nos dan culpa, vergüenza. Deseos que van en contra de la moral, de lo que debe ser.
Nos odiamos cuando nos dominan las pasiones, cuando todos ven eso que queremos ocultar. Odiamos las fallas de seguridad, esos huecos que nos desnudan y muestran nuestras miserias. Pero la verdad es que a todos nos pasa lo mismo, todos tenemos un monstruito adentro ¿y sabés que hay que hacer con eso? Reírse de él. Ridiculizarlo, perderle el respeto y el miedo. Reírnos de nuestras cosas oscuras.

Aceptar quienes somos, reírnos de nuestros miedos. Ridiculizar nuestros fantasmas. Reírnos a carcajadas de nuestras miserias. Permitirnos ser quienes somos y desear lo que deseamos. Bajar las defensas, aceptar las fallas de seguridad, y dejar que Mr. Hyde salga, porque en definitiva ese monstruo es también quien somos.

Las palabras que NO se dijeron

¿Alguna vez te pusiste a pensar adónde va lo que no decimos, todo lo que no nos permitimos sentir, las miradas que no entregamos, los besos que no damos, los miedos que no soltamos, las angustias, los gritos…?
¿Adónde quedan, adónde van?

¿A dónde va lo que querés hacer y no hacés?
¿A dónde va lo que querés decir y no decís?
¿A dónde va lo que no te permitís sentir?
Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, nos llena el alma de gritos mudos. Lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta.
Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo. Lo que no decimos se transforma en error. Lo que no decimos se transforma en debe, en deuda, en asignatura pendiente.
Las palabras que no decimos se transforman en insatisfacción, en tristeza, en frustración. Lo que no decimos no muere, nos mata.
Lo que no decimos se transforma en trauma, en veneno que mata el alma. Lo que no decís te encierra en el pasado.
Lo que no decimos se transforma en herida abierta.

sentirse vivo

¿Es posible sentirse vivo? ¿Podemos lograrlo?
¿Somos conscientes de que estamos vivos? ¿Sabemos lo que estar vivo?
Vivimos sumergidos en la rutina de todos los días, y no nos damos cuenta que cada día, cada momento, cada instante, cada segundo de nuestras vidas es único…
Tenemos que aprender a disfrutar más, a vivir intensamente, a valorar cada cosa que nos pasa…

Cuando te detenés a mirar el mundo, a observar la belleza que nos rodea...
cuando te reís hasta que no podés más con tus amigos...
cuando hacés lo que amás hacer...
cuando viajas a un lugar que no conoces...
cuando escribís una canción...
cuando se te acelera el corazón ante una mirada....
cuando haces el amor... cuando amás a una chica…
...te sentís vivo.

Pero no solo la felicidad te hace sentir vivo, sino también saber que dejás un testimonio de tu vida, saber que cuando ya no seas, algo de vos seguirá vivo en lo que vendrá.

¿Pero, si sabés que no hay futuro, que nada de lo que hagas, ningún legado que dejes, ninguna contribución que hagas te va a sobrevivir?
¿Si sabés que todo se termina, es posible sentirse vivo?
¿Cómo se puede ser feliz sabiendo que la vida se va a convertir en invierno? En un invierno eterno.

Las cosas que nos hacen sentir realmente vivos son las cosas que vencen a la muerte, las que perduran en el tiempo. Porque el éxtasis, la felicidad, es trascender.

De todas las formas de egoísmo la peor es no pensar en los que vendrán. Sin ellos, sin la noción de que la vida es un ciclo sin fin nada tiene sentido.
Te sentís vivo no cuando la vida pasa, sino cuando vos pasás por la vida, cuando perdés el miedo a morir y a vivir. Te sentís vivo cuando sabés que cada momento es único, irrepetible, cuando sabés que nada empezó con vos y nada terminará con vos.

Solo sabiendo que habrá un mañana es que podremos vencer a la muerte, y sentirnos vivos.

  Déjà vu

Un Déjá Vu es la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva. Es la sensación de estar viviendo algo que ya hemos vivido anteriormente…
Muchas veces sentimos que en nuestra vida las historias y las escenas se repiten, que son las mismas….Mismas situaciones, mismas respuestas, mismas reacciones, mismas palabras, mismas caras, mismos sentimientos….
¿Nos pasa siempre lo mismo? Reaccionamos siempre igual frente a lo mismo?
Acaso, debemos cambiar? Tenemos que salirnos de lo mismo para generar algo diferente? Dejar las costumbres de lado, y cambiar?

Una y otra vez se repite la misma historia:
Una figurita que se repite hasta aburrirte.
La misma canción que se escucha una y otra vez hasta cansarte.
La misma escena una y otra vez hasta enfurecerte.
vivir siempre lo mismo...
es como si fuera un gran déjá vu, es como si todo lo que te pasa ya lo hubieras vivido.

Hay que salirse del libreto, hacer algo distinto. Girando en falso como disco rayando, es hora de tocar una canción nueva. Romper el cristal de la costumbre. Patear el tablero, borrón y cuenta nueva.

Para que la vida no sea un permanente déjá vu hay que barajar y dar de nuevo, rodar con la vida, asumir los desafíos, con miedo, con pánico. Pero confiando que buscar algo diferente y no repetir la historia es una forma de estar vivos.

martes, 7 de diciembre de 2010

visualizar el futuro

¿Vale la pena visualizar e imaginarnos nuestro futuro?
¿Vale la pena inventar imágenes en nuestra mente? ¿Qué conseguimos con ello? A veces soñar, alegrarnos… pero otras enojarnos y amargarnos….
La visualización es un ejercicio. El deseo se proyecta en nuestra mente y atraemos lo que visualizamos…
Entonces, ¿todo lo que somos, existe porque antes lo pensamos?
¿Todo lo que somos es lo que realmente deseamos?
Todos podemos visualizar nuestro futuro. La realidad es lo que percibimos con nuestros sentidos. No importa si algo es real o no, si lo vemos y creemos en lo que vemos, entonces será real. Materializar algo que no existe y volverlo real, ese es el poder de la visualización.
Para visualizar es importante el detalle, no alcanza con ver la escena en general sino cada detalle en particular. Los sentidos son fundamentales, poder percibir los olores, las texturas, los sabores… visualizar en nuestra mente hasta que parezca real. Y cuando la realidad dista mucho de nuestros deseos hay que concentrarse aún más.

El deseo es como una película que se proyecta en nuestra mente. El deseo es muy poderoso y sagaz, siempre encuentra la manera de materializarse. Nuestra realidad de hoy está construida por nuestros pensamientos de ayer. Todo lo que nos pasa, lo que somos, lo que tenemos, existe porque antes lo pensamos.
Hay que aceptar nuestra responsabilidad en lo que nos pasa, porque nuestra realidad es la materialización de lo que alguna vez deseamos. El deseo es una fuerza misteriosa, es energía en movimiento.
El deseo propio o ajeno nos obliga a tomar decisiones, a verlo o a ponerle un velo. El deseo es un imán, atraemos lo que visualizamos, lo bueno y lo malo. Porque nadie llega a un lugar si antes no lo deseó.

Visualizar, imaginar, desear de corazón y compasión, eso va configurando nuestra realidad, nos abre el camino, nos da esperanzas. El deseo es el testigo de lo que nos falta, el deseo es la película de la vida que queremos vivir, podamos visualizarla o no.

El poder de visualización - T3 - C.59

'La verdad'

Cuando sabes la verdad podes elegir qué hacer con ella, podés negarla o podés aceptarla.
Buscamos desesperadamente la verdad, esa misma verdad que nos da miedo escuchar. Si negas la verdad va a ser tu responsabilidad cuando te explote en las manos.

La verdad nos libera porque uno es dueño de hacer con ella lo que quiera, incluso negarla…
Podés vivir negándo, pero lo único que vas a ganar es desperdiciar tu tiempo, tu vida.
Por eso la vida es divertida, porque no dura para siempre.
Cuando ya sabes la verdad, no hay nada que ocultar.

La verdad nos interpela, nos pregunta, nos arrincona, y muchas veces no hay respuesta. La verdad a veces no da certezas sino algo mucho más peligroso, dudas. La salida al peligro está en el peligro mismo. Ya sabemos la verdad, ahora podemos llorar o podemos conservar la alegría.

La verdad asusta, despierta, acude y paraliza. Desnuda, incomoda, libera y confunde.
Pero la verdad también nos da la fuerza para soltarla con alegría. La verdad es como el sol en la cara en una tarde de invierno. Es un carnaval en la nieve. La verdad a veces duele, pero sin lugar a dudas la verdad es, fue y será la fiesta de todos.

'La tragedia'

¿Una tragedia, puede convertirse en comedia?
El destino de una tragedia, ¿puede cambiarse? ¿Se puede reescribir?
¿El destino es cada día?, ¿Está bien intervenir en el destino?
La tragedia como genero nació en la antigua Grecia, cinco siglos antes de Cristo. Las tragedias griegas hablaban del destino inexorable, de cómo los Dioses jugaban con los mortales como si fueran títeres. Hicieran lo que hicieran por evitarlo, el destino era inexorable, imposible de evitar. Los hombres, eran impotentes ante su destino.
La tragedia griega era un lamento por la fragilidad humana ante el implacable destino. En cambio casi dos mil años más tarde, en el Renacimiento, el concepto de tragedia cambió.
En la tragedia Shakesperiana, por ejemplo, lo trágico estaba determinado por las acciones humanas. Ya no había un destino inexplicable marcado por los caprichos de los dioses.
Para Shakespeare lo trágico eran las acciones y decisiones humanas. Decisiones que podían conducir a un final feliz, o a un final trágico.
Y mientras que en la tragedia griega lo trágico es el destino, en la tragedia Shakesperiana lo trágico es la condición humana.

En Romeo y Julieta la tragedia se desata porque Romeo no llega a enterarse que Julieta no está muerta. Creyendo muerta al amor de su vida Romeo se mata, y ella al despertar lo ve muerto, y se mata. Pero ¿Qué hubiera pasado si Romeo se hubiera enterado a tiempo? ¿O si ella hubiera despertado minutos antes? ¿Habrían tenido igual un final trágico? ¿Pero, se puede escapar del destino cuando ya está escrito?
Si lo trágico son las acciones y decisiones de los hombres ¿se puede evitar la tragedia?
Para Shakespeare el destino no es algo predeterminado, es algo que se escribe momento a momento. El destino es lo que hacemos cada día con lo que nos toca vivir. El destino es cada decisión que tomamos. Es la habilidad que tenemos para sacar las piedras que la vida pone en nuestro camino.
Shakespeare plantea en sus tragedias que el destino puede cambiarse cambiando nuestras acciones, y de esa manera muestra el camino para convertir la tragedia en comedia.
Shakespeare refleja un cambio de paradigma. El hombre es responsable de sus actos, de sus decisiones, es decir, su destino está en sus manos, de él depende su tragedia o su comedia.

domingo, 5 de diciembre de 2010

F A M A

¿Te gustaría ser famoso? ¿Por qué sí? ¿Por qué no? Seguramente si le hiciéramos esta pregunta a un grupo grande de personas nos encontraríamos con múltiples respuestas. La “fama” es sinónimo de éxito, de popularidad, de honor, de reputación…
Se puede tener fama por hacer algo bueno, positivo, o por todo lo contrario….

EL DESTIEMPO +

Antes de tiempo, o después de tiempo….
Algunas veces dejamos pasar “ese momento”, ese instante justo, ideal…
Y a veces las cosas nos llegan cuando ya no las necesitamos…

Todo llega dicen, y es verdad, el problema no es si llega sino cuando llega. A veces las cosas llegan cuando ya es tarde. Otras veces lo que esperas llega antes, cuando no estás listo. Todo tiene su momento, antes o después de ese momento nada prospera.

El destiempo son dos calles que nunca se cruzan. Es llegar cuando la fiesta terminó.
El destiempo no es solo que algo te llegue tarde, es también llegar tarde a eso. Es no tocar a tiempo la nota justa.
El destiempo es perder el tren. Es un perdón que llega tarde.
El destiempo es como una fruta verde, amarga.

Cinco segundos antes puede ser el momento ideal, cinco segundos después el peor momento.

El destiempo es un desencuentro. Es sabiduría que llega cuando ya no la necesitas.
El destiempo es una tarde fría en verano. Es lo opuesto al lugar y la hora indicada. Es una discusión entre sordos.
El destiempo es una ironía.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El FUTURO es HOY

A diario y sin darnos cuenta, construimos nuestro futuro. Muchas cosas que hacemos “hoy” van a afectar de una manera u otra nuestro futuro. El futuro nos hace tomar decisiones hoy. No nos deja esperar….
Nos preocupa mucho el futuro, vivimos pensando en el futuro, en el porvenir. Creemos que todo lo importante está por pasar en algún momento del futuro. Pensamos mucho en lo que hacemos, dudamos porque tenemos miedo de arruinarnos el futuro con las decisiones del presente, pero ¿que es el futuro?
Tiempo… dentro de sesenta años o de diez segundos son la misma cosa. En sesenta años o diez segundos puede pasar cualquier cosa.
Ponemos en el futuro una carga muy pesada. En el futuro seremos felices, en el futuro cumpliremos nuestros sueños.
En el futuro está todo lo bueno por venir y todo lo malo por evitar.
Pero lo único cierto es que el futuro es incierto, no podemos saber si viviremos sesenta años o diez segundos más, por eso el futuro es hoy.

+ F L O W E R    P O W E R +

Flower Power fue un slogan que usaron los hippies entre fines de los 60´s y principios de los 70´s como un símbolo de resistencia pasiva e ideología de no-violencia.El movimiento flower power reunía el espíritu de libertad, de dejar ser y hacer, en un principio surgió como un movimiento de no violencia. El flower power proponía hacer el amor y no la guerra.

Lo que sientes es todo lo que importa, porque todo lo que importa esta hecho de lo que sientes. Ese es el resumen perfecto del Flower Power.
La palabra psicodelia significa “que manifiesta el alma”, ese era el espíritu del flower power, manifestar el alma, expresarse libremente.

El flower power es por sobre todas las cosas la búsqueda de la libertad del alma, pero un alma es libre cuando no se ata a nada ni a nadie.

El flower power promovía el amor libre, porque el alma brilla más y se manifiesta mejor cuando está enamorada, por eso algunos le temen tanto al amor, le temen a manifestar sus almas.
Hay almas que desean manifestarse y no pueden, no quieren, no se animan, no son libres, están presas y solo reflejan oscuridad.
Pero para expresar el alma uno tiene que conocerla muy bien, pero...

¿quién puede estar realmente seguro de conocer su alma?

la promesa de algo mejor

Prometemos ser mejores, prometemos no volver a fallar, prometemos no mentir más, prometemos para siempre, porque siempre queremos ser mejores y dar lo mejor…

El amor es una promesa: dos personas que se aman se prometen que juntos tendrán una vida mejor. No alcanza la promesa de uno solo, se necesitan las dos promesas.
Nada duele más que una promesa de amor incumplida, por eso cuesta tanto prometer y creer en las promesas de amor.

todo lo que necesitas es amor...
El amor te trasforma, podés estar en medio de una depresión tocando fondo que aparece el amor y la tristeza te parece algo lejano y ajeno.
El amor da vuelta tu mundo, cuando llega nada es lo que era y jamás volverá a ser lo que fue. El amor nos da una fuerza sobrenatural, nos vuelve superhéroes, nos hace superpoderosos.
El amor te abre los ojos, te ayuda a enfrentar tus miedos y te ayuda a conocerte. El amor te puede curar, el amor te puede rescatar, el amor te puede salvar, el amor es todo lo que se necesita para vivir.
 
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