Luchar por aquello que queremos...
Luchar por lo que sentimos, por nuestros sueños…
No dejarnos vencer…
Defender lo que queremos...
perseguir nuestros objetivos
vencer nuestros miedos y luchar…
Luchar a capa y espada…
Napoleón practicaba esgrima, también Shakespeare, Grace Kelly, El Cid se convirtió en leyenda con su espada.
Llena de romanticismo, aventura, pasión.. la espada fue protagonista de historias fascinantes.. historias de odio, de venganza y de muerte.
La espada fue protagonista de historias de amor, de grandes aventuras.. siempre me atrajo ese espiritu heroico. La heroina que lucha, no solo por quedarse con el heroe al final de la historia, sino que lucha por algo más, por ser parte de una gran hazaña.
Pintas, pases, libramientos y batimientos, una puja por tomar el mando. Establecer la distancia justa, golpe recto, fondo y vuelta en guardia, tocar al adversario.
En esgrima, la clave es conquistar el espacio, ponerse en guardia. Todas estas historias de aventuras, de duelo, de amor y de honor tratan de lo mismo luchar por lo que uno ama a capa y espada.
Un buen esgrimista, no es el mas diestro sino el que logra vencer sus miedos, lo que guia al esgrmistra es su fuerza interior, es su modo de vida, siempre se trata de dar la estocada perfecta sin vasilar, la vida siempre esta en juego y no hay tiempo para vasilar, o estas en guardía o morís.
Para ganar el esgrimista puede usar su propia fuerza o la debilidad del otro. El esgrimista que usa su propia fuerza es noble, el que usa la debilidad del otro es un canalla.
La mejor estocada es la que te sorprende. Y aunque esté desarmado, vencido y de capa caída, el esgrimista no se rinde, hasta al final deberá luchar a capa y espada.
El verdadero esgrimista es el que toma decisiones por sí solo, y no le gusta que otros la tomen por ellos.
Una parte mía quiere y siempre quiso ser audaz, ser valiente y jugarse, por eso me gustan las historias de los espadachines, porque se la juegan. Enfrentar mis miedos, mis inseguridades, luchar a capa y espada por lo que amo ¿sabés qué? En vez de atacar salgo corriendo, me escapo.
A veces para realizar una hazaña hay que dejar caer la espada, no atacar ni defenderse.
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