miércoles, 23 de diciembre de 2009

Cenicienta | Queridos reyes magos | El rulo vuelve

C.04 - 2008
Cenicienta
Hubo una vez, una joven muy bella que no tenía padres, la criaba su madrastra. Que tenía dos hijas, a cual mas fea. Era ella quien hacia los trabajos mas duros de la casa. Y como sus vestidos estaban siempre manchados de ceniza, la llamaban cenicienta. Y mientras cenicienta fregaba y fregaba, su cruel madrastra y sus malvadas hermanastras iban a la fiesta del príncipe. Cenicienta lloro y lloro sabiendo que su sueño de ser una princesa nunca se concretaría. Lo que no sabía era que se equivocaba. Y así fue, que con ayuda de su hada madrina, Cenicienta partió feliz hacia la fiesta. En el palacio las doncellas se peleaban por bailar con el príncipe. Hasta que de pronto, el príncipe y todos los invitados, quedaron maravillados por la belleza de Cenicienta.
"Me consedeis esta za-pie?" Asi fue como Cenicienta, a pesar de sufrir tantas humillaciones, debió entender porque sus hermanastras se habían ensañado así con ella. Y a pesar de sentirse muchas veces sola, Cenicienta siempre podía contar con la ayuda de su hada madrina. Porque las hadas madrinas siempre ayudan a la gente de buen corazón. Y Cenicienta lo es. Por eso pudo perdonar a sus hermanastras; y en lugar de odiarlas les enseño el camino a la felicidad. Un camino al que se llega, si nunca pero nunca abandonamos nuestros sueños.

C.05 - 2008

Queridos reyes magos
Estimados Melchor, Gaspar, y Baltazar, mi papá me dice que tengo que escribirles y pedirles regalos porque soy chico, y no sé qué pedirles. Aunque pensándolo bien... sí, hay algunas cosas que quiero pedirles. Por eso, reyes, lo pensé mejor, y sí tengo algo que pedirles: quiero que paren los líos, basta de problemas, de malos, de tristeza, les pido que toda la gente que quiero esté bien y conmigo, que todos podamos ser felices de una vez. Entonces yo voy a ser un chico normal.

C.06 - 2008

El rulo vuelve
Las cosas que uno lleva adentro hay que decirlas, hay que sacar todo. Hay cosas que uno siente, pero que primero no se da cuenta, pero después con el tiempo… se sienten, y están, están latentes, están en uno y uno no puede dejar de sentirlas.
Digamos, a ver, en resumen, es como cuando uno se plancha el pelo, ¿viste? Que tiene rulos, y se plancha el pelo y se plancha el pelo, pero ¿qué pasa? Uno sale a la calle, si te agarra la humedad, ¿qué pasa? El rulo siempre vuelve, ¿por qué? Porque el rulo siempre está, por más que uno lo alise y lo alise, el rulo siempre está.

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